Durante mis 8 años de carrera en el mundo del diseño de lujo privado y comercial, he aprendido a dominar el arte de crear belleza excepcional, pero también he vivido de primera mano lo que es el agotamiento por conseguir la excelencia, tanto en mí como en los profesionales de mi alrededor.

En los ambientes de alto rendimiento, la excelencia no es una opción—es el estándar. Y no avanzan los mejores, sino los que aguantan más.

He visto a un arquitecto de 35 años con un infarto. Una diseñadora con una depresión que casi le cuesta su matrimonio. Una directora que abandonó su puesto de un día para otro. En mi caso: ansiedad, problemas digestivos crónicos e incapacidad total para estar presente en mi vida personal.

Hemos romantizado el agotamiento como combustible del genio y las mujeres más brillantes sacrifican sistemáticamente la conexión cuerpo-mente que alimenta la verdadera innovación.

Cuando tu trabajo es tu pasión y exige excelencia de ti, tú debes exigir excelencia en tu propio autocuidado.

El deporte transformó mi relación con mi propio bienestar y cambió mi vida, lo cual me llevó a formarme como entrenadora personal. Después de trabajar con más de 50 personas en sus metas fitness, noté que me faltaba algo y que quería, o mejor dicho necesitaba, poder ayudar de una forma más holística.

A día de hoy, me he especializado como Health & Wellness Coach y Coach de Estrategia y Liderazgo, para ayudar de forma integral a mujeres apasionadas por servir sus mayores talentos al mundo y de expresar su auténtica esencia—sin sacrificar su bienestar en el proceso.